Personalmente me considero lo que se suele llamar un tipo cinéfilo. Tal vez no en el sentido extremadamente estricto de la palabra, porque con este término se designa a un tipo de gente muy concreta que gusta del séptimo arte no mainstream y que suele tener una opinión bastante crítica, además de poseer una cultura cinematográfica muy extensa y haberse visto todos los clásicos habidos y por haber.

En mi caso, considero que soy una persona a la que le gusta el cine, simple y llanamente, que ha visto bastantes películas (más pelis que la media de personas de a pie) pero que todavía le faltan un montón de clásicos por ver y que, por supuesto, desea ver. Tal vez se me podría calificar como “cinéfilo en proyecto”, pero de todos modos, eso no quita que haya muchas pelis muy mal consideradas por estos que a mí me gusten y viceversa, cosa que me hace replantear si realmente soy un cinéfilo en proyecto.

Esta introducción ya está siendo bastante larga así que intentaré no empezar a poner ejemplos porque no me quiero enrollar más con el tema, pero lo que vengo a decir con esto, es que, la última película del señor Christopher Nolan cuyas películas suelen ser bastante taquilleras, a mí me pone palote.

Las pelis que normalmente más me gustan son pelis que disfruto revisionándolas. Hay gente que dice: 

“El Sexto Sentido es para verla una sola vez, cuando ya conoces el pastel ya no tiene gracia.”

Y una mierda.

“The Sixth Sense” es de las películas que más me han gustado jamás y que más veces he visto. Sí, es cierto que la primera vez, cuando no sabes nada acerca de la historia, el elemento sorpresa juega un gran papel en el disfrute inicial de la película pero personalmente creo que cuando la vuelves a ver y entiendes todas las pistas que Shyamalan te ha ido dejando durante toda la película, entiendes la grandeza de lo que estás viendo.

Hace poco, por ejemplo, volví a ver por enésima vez, “Shawshank Redemption” (Cadena Perpetua), a pesar de que la hacían en Cuatro con sus correspondientes anuncios, pero a cada escena que se reproducía, y aunque sabía que iba a pasar en cada momento, más me emocionaba. Algún día hablaré de esta increíble película.

Pero el film que nos ocupa hoy es “Inception”, u “Origen”, tal como inexplicablemente han llamado a la última creación de Nolan por estos lares.

Lo primero que tengo que decir es que se agradece que haya directores que después de un bombazo como fué “Batman: The Dark Knight”, intenten sacar una película muy personal y fruto de un gran trabajo como “Origen”. La mayoría hubiese optado por seguir filmando otro éxito fácil y seguir ganando dinero a mansalva. Pero en cambio, Nolan nos deleita con una película arriesgada desde el punto de vista comercial (aunque lo de arriesgado está por ver a día de hoy con el éxito que ha tenido la película).

Vale. Muchos diréis que es una peli que pretende ser profunda (y tratar el tema que trata debería serlo), pero que no es más que un blockbuster veraniego muy bien llevado y lleno de acción. Tal vez tengáis razón. Pero yo con lo que me quedo es con la sensación que tuve al ver esta sensacional película. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto en el cine ni que una película consiguiese calarme tan hondo.

A pesar de utilizar recursos cinematográficos de las típicas películas de atracos/delitos (2 tipos quieren cometer un delito, crean una banda, cometen el delito y se desarrolla todo el meollo), la película te absorbe desde la primera escena en la que no sabes nada y tienes que empezar a discernir los detalles de los que antes hablaba. Además, las dosis de acción que tiene, influyen notablemente en el ritmo de la película, no dejándote aburrirte ni por un sólo instante, cosa que si hablamos de una “supuesta” película profunda que trata sobre la naturaleza subjetiva de la realidad, es de agradecer.

Pero además, sorprendentemente también es una película que habla de muchas emociones y sensaciones humanas, como el dolor, la adicción y la realidad. Nolan ha conseguido una vez más, además de entretener (que es lo que pretende el cine en primer lugar) meter un montón de elementos que te hacen sentir a lo largo de la película. Durante el primer visionado no pude evitar reprimir algunas lágrimas, ni escalofrios de emoción en varias escenas y secuencias. Durante el segundo visionado (sí, señores, fuí dos veces a verla al cine) las sensaciones fueron incluso mayores, tras ir comprendiendo y disfrutando todos los detalles y pistas que Nolan nos va dejando durante la película.

Parte de la culpa de que sea tan buena, la tienen tanto los actores, como la banda sonora. Leonardo DiCaprio está genial a pesar de no ser de sus mejores papeles (un poco exagerado en ocasiones), Joseph Gordon Levitt hace un muy buen trabajo y Michael Caine lo poco que sale lo borda. Ellen Page está regulera, no es que destaque demasiado, pero cumple su cometido, mientras que Marion Cotillard nos brinda (en mi opinión) una genial actuación.

La banda sonora de Hans Zimmer, se acopla, se amolda, se funde con Origen. Es increíble lo que aporta esta composición a la película. Tengo clarísimo que si no fuese por ella, la película no sería tan genial, cosa que nos cuenta entre líneas lo bien que se entienden Nolan y Zimmer, y que el resultado de sus colaboraciones dan obras maestras.

Por otra parte, también es cierto que no es una película fácil de ver a pesar de que durante todo momento se nos explica con todo lujo de detalles lo que está pasando (incluso demasiado en algunas ocasiones). Se necesita ir muy predispuesto a verla, estando atento en todo momento para no perderse nada del argumento. Tal como le dije a Jose, es una película para “mentes despiertas”. Si pensáis que lo digo con segundas por lo de las comillas, tenéis que ver la película para entenderlo de verdad.

Por último, no me queda más que decir que es la mejor película del año. Os recomiendo que la veáis si todavía no lo habéis hecho. Y si no está disponible en el cine (ya que hace tiempo que se estrenó) vale la pena que os esperéis a su salida en DVD y la veáis en condiciones (no os descarguéis un puto screener por diox…). Yo me voy a comprar la edición especial que salga. Lo tengo claro.

Inception es la hostia.

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2 comentario

Mi opinión sobre esta película es mucho más tibia que la tuya, amigo Mike, pero aún así espero que me sigas ajuntando. ¡Je,je,je! Cuando la ví, a mediados de agosto o por ahí, me recordó hasta cierto punto a la saga Matrix, y a pesar de que es un producto cinematográfico muy solvente y más que digno a mí, y esto es una sensación muy personal, me sonaba ya a cosa vista y dicha muchas veces. Para mí, y sin llegar a ser cine palomitero del todo, tampoco es la obra compleja, sofisticada y trascendente que se nos ha querido vender. Pero que nadie se me tire a la yugular, porque es sólo una opinión, supongo que tan lícita como cualquier otra.

    NO VUELVAS MÁS POR AQUÍ! XD

    Que no! Es broma.
    Cada uno tiene su opinión, está claro, pero la sensación que tuve yo al verla (las dos veces) fue esa. Personalmente yo fuí a verla porque era de Nolan, pero no porque supiese que era una obra compleja u sofisticada sino porque me llamó la atención el tráiler que había visto un año atrás, simplemente.

    A veces creo que nos dejamos llevar más por las opiniones de los demás que por la nuestra propia, pero yo últimamente estoy intentado no verme demasiado influenciado y formarme mis propias opiniones. Personalmente, SÍ me parece una obra compleja por todo lo que he explicado en el post, aunque para nada enrevesada ni difícil de entender si estás atento.

    El cierto parecido con Matrix es inevitable por el tema de la realidad (¿es todo una mentira o es el mundo real?) pero para mí, son pelis MUY DISTINTAS en cuanto planteamiento filosófico, y te lo dice uno que es fan de la primera película (no de las otras dos que fueron un fiasco) y que la considera, sino su película preferida, una de las que más me gustan.