Los prejuicios no son nada buenos en ningún caso. Normalmente suelen condicionar a quien los tiene, producen extraños efectos en sus opiniones y nos hacen ser reticentes en adoptar posturas concretas en según que situaciones. Pero de vez en cuando, los prejuicios acaban siendo rebatidos por la evidencia. «Juno» es un peliculón. Sí, lo es. Y lo digo sin tapujos.

Para que entendáis esto, tengo que decir que fui con algunas ideas preconcebidas de esta película aunque apenas había leído nada sobre ella ni tenía claro el argumento. En un principio pensaba que era una película anti-aborto, con mucha crítica social respecto a este tema y que resultaba ser como una especie de revulsivo contra 4 meses, 3 semanas y 2 días que se supone que es pro-aborto. Pero nada más lejos de la realidad…

Más adelante os explicaré porqué. Si pensáis que yendo a ver «Juno», váis a ver una película corriente, estáis muy equivocados. Se trata de una comedia diferente, con diálogos geniales que hacen que la hora y media que dura, se haga inmensa y te deje con un sabor de boca exquisito. Voy a explicaros un poco del argumento:

Juno McGuff es una estudiante de 16 años que se queda embarazada de un compañero de clase y que tras pensárselo, decide dar a luz y entregar el niño a una pareja deseosa de tener un hijo.

Y ya no hay más, realmente la historia gira en torno a esta breve premisa. Con una idea tan sencilla, lo que parece una comedia dramática más, se convierte en un filme genial que tiene como protagonista a un personaje increible. Ellen Page que nos deleitó con una genial actuación en «Hard Candy» (David Slade, 2005) (tan genial que a mi me provocó un mareo impresionante que me hizo salir de la sala por unos minutos; si no sabéis a que me refiero, os recomiendo que la veáis), vuelve a sorprendernos con el papel de Juno. Habrá a quien le choque el hecho de que una chica de 16 años pueda parecer tan increíblemente madura como la presentan, ya que estas representaciones suelen quedar bastante postizas. Sin embargo en «Juno» hay diversos factores que evitan que ocurra esto. Evidentemente el principal motivo, y vuelvo a reiterarlo, es la impresionante interpretación de la protagonista, que a sus 20 años ha conseguido convertirse en una de las actrices más prometedoras de la actualidad. Page aporta una gran personalidad a su personaje y hace que todo lo que aparece en pantalla, aunque sea inusual, nos parezca de lo más natural. El resto del reparto también es increible y eso es una gran noticia, ya que cada personaje que nos encontramos en la cinta está ahí por algo en concreto, y todos cumplen con sus objetivos. No tengo queja de ninguno. Son todos increibles en su medida.

Jennifer Garner y Jason Bateman dan vida al matrimonio que pretende adoptar al niño; tanto Garner como Bateman están bastante mejor que en otros de sus filmes. J.K. Simmons y Allison Janney dan vida al padre y madre adoptiva de Juno, unos padres que ya quisieran todos para si mismos, enormemente compresivos (algo que sorprendentemente no resulta escandaloso en la historia y uno se lo cree) y protagonistas de situaciones cuanto menos, curiosas. Personajes llenos de vida y personalidad, que no influyen en las posibles decisiones de Juno. Tal vez, el único que no destaca tanto es el padre de la criatura, Michael Cera aunque de todas maneras lo que hace, lo hace bien. Detalle curioso el que se trate de un freak del atletismo y en casi todas las escenas aparezca con pantalones cortos amarillos y una cinta en la cabeza para el sudor, cosa que me hace replantearme todas las veces que aparecen en pantalla sus compañeros de deporte, practicando tal actividad. Habrá que pensar un poco en ese detalle.

Y es que lo que realza al conjunto son unos diálogos trabajados, inteligentes y llenos de frescura, con frases que para mí ya se han convertido en míticas. Como muestra, un botón:

«¿No podríamos limitarnos a darle la patada a la antigua?
Yo podría colocar al niño en una cesta y enviártelo.
Ya sabes: como Moisés en el cañaveral.»

Resulta ofensivo pensar que se hace crítica al aborto en esta película, ya que lo único que pretende es mostrar otra vía para salir de esta situación. De hecho, se burla un poco de la gente que reivindica ser contrario al mismo con una escena muy satírica en la que Juno se dirige en un principio a una clínica donde le van a practicar el aborto.

Cabe destacar que la guionista, llamada Diablo Cody, se ha llevado el Óscar a Mejor Guión Original, y personalmente creo que muy merecidamente. No hay nada más que decir. Disfrutad de «Juno».

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